Una casa en la calle

Hace unos meses, en un extraordinario y afectuoso viaje a California en el que visité a mi hermano Berny y su esposa Raiza, aprendí la práctica de ir a estudiar a cafés. Cuando regresé en junio a la CDMX comencé  explorar los cafés de mi colonia –Villa de Cortés- y sus alrededores;  me he encontrado con decenas de posibilidades y la verdad estoy encantado… aunque mi presupuesto sólo me permite ir a cuatro cafés a la semana porque sumados: americano, tentempié y una generosa propina, se me van unos 70 pesos.

En fin, los cafés, dice Pablo F. Christlieb: “son lo más civilizado que tiene Occidente y la democracia de la cual tanto se presume […] ya que un café induce a la gente a platicar, y cada vez que se platica lo suficiente el tema se vuelve a la política”.  (La forma 2009, 73)

Los cafés son, sin duda, uno de los espacios sociales más cálidos y abiertos que tiene una ciudad, funcionan como confesionario, refugio,  sala de estar, de estudio y de juntas,  y el afecto que generan las galletas recién horneadas o en un buen café es admirable.  En ese sentido, dice Pablo que son un sitio de auténtica inclusión y en donde se puede estar sin necesidad de hacer de más.

Qué hermoso e importante es habitar las colonias, no sólo en términos funcionales –para ir al súper o pasear al perro-, sino con gusto y curiosidad. Qué bello es ir por un café, dejar que el cuerpo busque hasta encontrarlo.

6 cafés para visitar cerca del metro villa de cortés

Aquí algunas recomendaciones de cafés extraordinarios cerca del metro Villa de Cortés:

1.- La estación del té: amplio, cómodo, con menú abundante, para trabajar o charlar. Está a un lado del metro.

2.- Abisinia café: es pequeño, muy agradable, excelente café y venden aretes por si. Está sobre Plutarco.

3.- Panadería Garage: una panadería exquisita, el lugar muy agradablle e iluminado. El pan es un agasajo.  Pasando Plutarco, del lado de las playas.

4.- Café Morán: es una joya antigua, el café es delicioso, si llegas cuando los están tostando tendrás un rato inolvidable. Lo malo es que está sobre Plutarco y entra mucho el ruido. Ideal comprar para llevar.

5.- La vida en crepa: quizá el más nuevo de todos estos, es muy agradable, tienen juegos de mesas y gestos muy gratos como un gran garrafón de agua para quien lo necesite y me toco ver cómo regalaban un café y galletas a un vagabundo, se ganaron mi corazón. Aunque no es no un café para trabajar, en más bien para ir en pareja o entre amigos.  

Por supuesto hay que mencionar el entrañable Café Son, con sus tres sedes: dos al lado del parque Iztaccihuatl –cerca de Villa- , y una más en el parque la Moderna –cerca de Xola-.

Bien, espero que los cafés sigan siendo los auténticos generadores de historias, de encuentros, de cartas, de pensamiento. 

Alejandro Bastien

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