Cómo practico acroyoga

Recientemente estuve jugando con personas desconocidas, con cuerpos y habilidades diferentes; la pasé increíble y aprendí mucho de mi particular forma de practicar acroyoga. En un entorno diferente se evidenciaron mis hábitos, las formas de jugar conmigo y con los otros, extrañé los pies de Orson, disfruté el contacto creativo y el silencio de atención que sucede cuando nos comunicamos sin conocernos.

¿Qué aprendí de mi práctica?
  1. Jugar es lo mas importante
    Si bien se pueden fijar objetivos claros para un entrenamiento, para mi acroyoga se trata más de un juego. Puede ser que la base no esté lista para hacer su parte, puede ser el volador; es posible que ambos estén listos pero no entiendan el movimiento o no estén coordinados; tal vez ambos están preparados pero en ese momento no están de humor o, algo por lo que me guío mucho y tema interesantísimo, «no hay conexión». Sea cual sea la razón (hay otras sobre todo de orden emocional que estoy omitiendo), si las cosas no salen, para mí no hay necesidad de forzarlas más allá del juego. Si intentándolo lo pasas bien, do it!, si no move on!
  2. Brincar para mi es señal de confianza
    Hay bases que agradecen cuando el volador es muy cauteloso, preciso y lento. A mi me gusta ese juego para medir al otro, es como una carta de presentación, pero una vez explorados los puntos clave de lo que tengo ganas de jugar, me encanta brincar, para mi es una señal de «tienes mi confianza, me estoy divirtiendo». Sin embargo hay que escuchar al otro, esto no siempre será aceptado y no es la única forma de divertirse!
  3. Una sonrisa puede más que mil palabras
    Cuando llegué a Tucson un amigo tenía una galleta de la fortuna que compartimos,  decía: «a smile can always overcome the barrier of language». Fue simbólico. En acroyoga podemos rebasar esas barreras si somos muy sensibles con la escucha del cuerpo. Para mí la comunicación en acroyoga se da con el peso. No importa donde toques o te toquen, el cuerpo está dispuesto a recibir la señal del otro y reaccionar en consecuencia. Dar o quitar peso habla por igual, la escucha se enfoca en los puntos de conexión, donde ambos pueden dirigir. Puede haber 2 brazos estirados pero hay uno que no sólo estira, tiene energía, comunica, ofrece superficie. Podemos dar, quitar o direccionar el peso hacia cualquier punto. Aquí Andrea se podría echar un buen rollito sobre la propiocepción que desarrollamos cuando jugamos acro, es riquísimo, y muy útil, sentir «dónde estoy».
  4. El juego se satisface solo 
    No hay un horario para el acroyoga, no hay tiempo mínimo, no hay tiempo máximo, de hecho me encanta perder el tiempo durante el juego. Hay veces que unos minutos son suficientes y luego simplemente puedes volar con otro, hay veces que quiero volar días con la misma persona. La duración la dicta lo bien que la pasan los involucrados, no puede decidir uno solo, ambos saben hasta donde se mantiene la comodidad compartida, se siente. El juego requiere de un espacio de confianza, ¡mantén ese espacio si quieres seguir jugando! presionar a que salga un truco puede amenazar ese espacio, ¡comida y música deliciosa puede ser un estímulo!
  5. ¡Rompe las reglas!
    Es divertido cuando ya las conoces y las has compartido con la pareja, así se le da dinamismo a una práctica; esto incluye no sólo la técnica preferida para ejecutar los movimientos, sino la forma en que nos motivamos a lograr el objetivo compartido, la forma de tocar y de interpretar las señales propias. Estas señales se crean y configuran un lenguaje común, se crean a partir de descubrimientos, muchas veces espontáneos, en los que se trata de estar atento de las posibilidades y de pronto surge un nuevo gesto con mucha mayor claridad que los preexistentes, un cambio de peso, una lavadora nueva, quizá un flow. Cuando es posible generar esa «nueva» experiencia, me siento muy motivada y acompañada, como si pudiéramos entendernos. Cuando rompemos las reglas también beneficiamos la práctica, ayudamos a que se desarrolle.

Diana Paola Pérez R.
¡Conoce la práctica!

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Categories: Acroyoga

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There are 3 comments

  1. Ana

    Muchas felicidades Diana eres u a gran maestra pero también una gran atleta… Orgullosamente mexicana… No muchas personas hacen acroyoga en hora buena 😉

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