El estrés laboral o estrés ocupacional es un fenómeno cada vez más habitual entre la población, provocando afecciones en la salud de los trabajadores, así como pérdidas económicas en las organizaciones.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo define como la respuesta física, emocional y mental que una persona puede experimentar ante exigencias profesionales que sobrepasan sus conocimientos y habilidades para hacerles frente y desempeñarse de forma óptima⁶.
De acuerdo con la Asociación Americana de Psicología¹ , algunos de los principales factores desencadenantes son los siguientes:
Es importante mencionar que el estrés es una respuesta fisiológica inevitable en ciertas dosis debido a las demandas del entorno laboral contemporáneo (OMS), ya que la presión percibida como aceptable por un individuo puede mantener a los trabajadores alerta, motivados, capaces de trabajar y aprender, dependiendo de los recursos disponibles y las características personales. Sin embargo, el estado de estrés puede volverse crónico desencadenando así efectos perjudiciales en la salud y bienestar de un individuo, los cuales mencionaremos más adelante.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, el 75% de los trabajadores en México sufren de fatiga por estrés laboral, y más del 40% de quienes realizan labores de escritorio se sienten exhaustos, superando así a países como China y Estados Unidos.
En 2016, fue publicado por la Universidad Tecnológica de Tecámac un estudio titulado El Estrés laboral en México, en el cual los autores (Cruz, López, Cruz R., Llanillo, 2016) mencionan que los varones tienen mayor probabilidad de sufrir estrés laboral que las mujeres y en cuanto a edad, son los jóvenes de entre 18 y 30 años quienes están más propensos a padecerlo. No obstante, cualquier trabajador puede sufrirlo independientemente de su edad, sexo, etnicidad o si presenta alguna discapacidad.
Es importante mencionar que el estrés laboral no solo afecta a la salud y el bienestar de los trabajadores sino también la economía de cada país, ya que para los empleadores los costos se traducen en baja productividad, altas tasas de rotación laboral y mayores costos de selección de personal⁷. (Patlán, 2019)
No tratar el estrés laboral puede tener una serie de efectos negativos para la salud y el bienestar tanto a nivel personal como profesional, aquí te mencionamos algunas de las posibles consecuencias del estrés laboral crónico son:
Fisiológicas: Enfermedades del corazón, úlceras, hipertensión, dolor de cabeza, problemas del sueño, sistema inmunológico debilitado, tensión y dolor muscular.
Psicológicas: Depresión, cansancio extremo, irritabilidad, problemas para tomar decisiones, propensión al consumo de sustancias nocivas.
Conductual: Mayor probabilidad de sufrir accidentes en el área laboral, baja productividad, agresividad con compañeros o jefes, mayor probabilidad de absentismo, entre otras.
Uno de los primeros signos de alerta se relaciona con cambios en tu forma de trabajo. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Reino Unido, algunos cambios comunes que puedes experimentar son los siguientes:
Emociones: Pérdida de la motivación, disminución de la confianza en sí mismo, mayor sensibilidad o ganas de llorar
Pensamientos: Minimizar los éxitos propios, percepción de que los problemas son mucho más grandes que en la realidad, responsabilizarte a ti mismo por los resultados negativos.
Conducta: Evadir ciertas tareas, trabajar horas extra o en vacaciones, necesitar de más tiempo de descanso.
Estos son solo algunos, recuerda que si has experimentado uno o más de estos cambios, es muy probable que sufras de estrés en el trabajo.
Revati Deshpande (2012) menciona en su artículo A healthy way to handle workplace stress through Yoga que el manejo efectivo del estrés laboral puede ser alcanzado bajo dos condiciones: la primera, implica que las organizaciones desarrollen programas de prevención del estrés y les brinden técnicas a los trabajadores para reducirlo. La segunda, en la cual nos enfocamos en este artículo, son las estrategias que podemos llevar a cabo individualmente.
Para mantener un equilibrio saludable entre la vida profesional y personal, es esencial abordar el estrés en el entorno laboral. Estas son algunas estrategias para abordarlo.
Es importante comenzar identificando los factores específicos que contribuyen al estrés en tu trabajo. Esto puede incluir tareas abrumadoras, relaciones laborales conflictivas o falta de control sobre la carga de trabajo. Comprender estas razones nos brinda la oportunidad de tomar las medidas necesarias.
Una vez que has identificado lo que te provoca estrés, enlista las cosas que están bajo tu control y las que no. Por ejemplo, tal vez no puedes controlar cuántos días u horas trabajas, pero sí gestionar tu tiempo para priorizar tareas. Intenta buscar diferentes estrategias que puedan ayudarte a la organización.
Esto implica aprender a decir no cuando sea necesario, establecer y mantener límites es importante para preservar el bienestar emocional. De igual forma, es importante delimitar los horarios de trabajo, lo cual te permitirá mantener un equilibrio saludable entre tu vida laboral y personal. Aprovecha tu tiempo libre para realizar actividades que disfrutes y cultivar relaciones saludables.
Programar pausas cortas durante tu jornada laboral para recargar energías resulta muy útil. Por ejemplo: tomar unos minutos cada hora para estirar los brazos y piernas, respirar profundamente y alejar la vista de la computadora.
En momentos de estrés es fácil desarrollar hábitos poco saludables, lo cual puede empeorar cómo te sientes. Para evitar esto, es indispensable pensar en distintas formas de mantener hábitos saludables en el trabajo, tales como tomar suficiente agua, mantenerse en movimiento, y llevar una alimentación sana y balanceada que disfrutes.
Diversos artículos indican que la práctica regular de ejercicios de meditación o yoga aunado a una buena higiene del sueño han permitido reducir considerablemente los niveles de estrés inmediato y a largo plazo en los trabajadores.
Finalmente, si sientes que el estrés laboral está afectando tu vida diaria, no dudes en acercarte a un profesional de la salud mental para que te brinde apoyo.
Por: Alejandra Galván
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