Las prácticas que integran cuerpo, mente y espíritu son cada vez más atractivas en occidente. En 1998, se realizó un estudio en EUA que encontró que un 90% de los adultos entrevistados con edades entre 40 y 49 años, usaban alguna terapia alternativa paralela al cuidado médico convencional.
El cuerpo ha sido conceptualizado de muchas formas a lo largo de la historia y con los avances de la medicina alópata se llegó a popularizar el cuerpo como un saber anatomo-fisiológico, pero a finales del siglo XIX tomaría auge la concepción del bienestar integral que junto a grandes cambios del siglo XX, entre los que se encuentran la aparición del psicoanálisis y la teoría de la relatividad, permitieron que a mediados del siglo XX en el nuevo Estado de Israel se popularizara el método de Moshé Feldenkrais. Hoy este método se sigue usando para tratar el dolor y otros padecimientos que trata la fisioterapia tradicional.
Acá les cuento de un sujeto con el que, supongo, me hubiera gustado compartir mi tiempo. Ingeniero mecánico, estudioso de las incipientes neurociencias, cinta negra de judo, alguien con el valor para renunciar al laboratorio de la Sorbona para dedicarse a seguir en su propio laboratorio. Cuando pienso en él, me digo: “eran otros tiempos, se podían hacer más cosas a la vez”. Les presento a Moshé Feldenkrais.
Moshé tenía un círculo amplio de conocidos, iba a las reuniones con un aspecto reservado, pero cuando le preguntaban sobre sus temas se apasionaba hablando de ellos. Judío, graduado físico en la Sorbona, la primera casa del conocimiento Universal, conoció al matrimonio Curie hasta que se hicieron amigos. Vivió 80 años, desde 1904 y fue influido por el Sionismo en su juventud, que proclamaba la fundación del estado de Israel. Llegó un momento en que Moshé Feldenkrais , un hombre de gran “pulsión investigadora” -una pulsión que Freud reconocía en los niños- tuvo que decidir si seguía como un científico de laboratorio o se aventuraba a dejar su carrera y se concentraba en desarrollar sus métodos de curación, esto en mis palabras, no sé cómo lo habría nombrado Moshé.
Decidió vivir en Tel Aviv, la segunda ciudad más importante de Israel, donde llegó a ser muy conocido, casi cualquier persona de Israel podía mencionar a alguna persona que hubiera sido atendida por Moshé. Trató a personas con dolores de ciática, dolores de cabeza, casos severos de artritis, lumbalgia y poco a poco se ganó la reputación de curandero por atender muchos casos que habían sido calificados sin esperanza.
El sistema que desarrolló se compone de técnicas de relajación combinadas con técnicas de control físico. Usualmente empezaba estudiando los músculos del cuello y la base del cráneo y no era ajeno a trabajar con inversiones -como parados de manos- por poco tiempo. Moshé se percataba de que con la edad, el corazón empieza a trabajar con más dificultades y ponerse de cabeza facilita el acceso del oxígeno al cerebro. Cuando aún vivía en París, Moshé practicaba Judo, de ahí otra de sus influencias para el desarrollo de este trabajo corporal, también fue influido por el psicoanálisis de la época, el esquema corporal desarrollado por Doltó fue uno de los conceptos que definitivamente permeó en su práctica.
Moshé Feldenkrais fue uno de los primeros europeos que alcanzó la cinta negra en esta disciplina y posteriormente empezó a dar clases, lo que lo movió a escribir un libro y varios textos influyentes en el campo. Higher judo, publicado por primera vez en 1952, aún sigue siendo editado como un referente para esta práctica. Cuando ya ofrecía sus terapias, Mia Segal, cinta negra en judo y esposa de uno de los arquitectos más influyentes de Israel, era su asistente.
Sus terapias se basaban en dos tipos de trabajo: reuniones grupales de autoconciencia a través del movimiento (ATM) en las que se daban indicaciones de movimiento que cada quien podía explorar con sus propios recursos psico-corporales, y sesiones individuales de integración funcional (IF), en las que Moshé tocaba partes del cuerpo de la persona para que modificara su postura. Con este método se curó Ben Gurión, uno de los personajes desahuciados por la ciencia que proclamaría oficialmente la independencia de Israel.
Los escritos de Moshé se publicaron en revistas científicas. Hoy algunas comunidades se refieren al método Feldenkrais como “pseudociencia”, como aparece en Wikipedia (23/06/2018), sin embargo en algunas comunidades científicas se le reconoce como un método pedágógico de educación somática (Barquero; Chávez, Cuevas, Gutiérrez, Rosas).
Con todo, él siempre dijo: “No me llamen doctor, yo sólo doy clases.”
Eisenberg, R., Chávez, C., Cuevas, V., Gutiérrez, J., Rosas, S., Landázuri, A.M., (2004). La recuperación psicocorporal como eje básico para la formación valoral ambiental. POLIS, Revista Latinoamericana [en linea] 2004, 3 [Fecha de consulta: 23 de junio de 2018] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=30500915> ISSN 0717-6554
Levin, M. (1964) The man who stood the prime minister on his head. Jerusalem Post. [en línea] [accesado el 17 de junio de 2018] Disponible en: http://www.feldenkraismethod.com/wp-content/uploads/2014/11/The-Man-Who-Stood-the-Prime-Minister-on-His-Head-Levin.pdf
Rodríguez Barquero, V. (2005). Terapias mente-cuerpo: una reintegración de mente, cuerpo y espíritu. Revista de Ciencias Sociales (Cr) [en línea] 2005, III-IV : [Fecha de consulta: 23 de junio de 2018] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=15311014> ISSN 0482-5276
Las postura invertidas, o "inversiones", traen muchos beneficios al cuerpo; al voltearnos de cabeza el…